Jobcrafting significa construir o reconstruir el propio trabajo, aplica al trabajo autónomo y a contextos donde la labor suele estar pautada por la jerarquía de una organización o empresa.
Digamos que el jobcrafting es una alternativa que viene a sanar la separación (¿alienación?) entre nuestra vida particular y nuestro trabajo, conectando nuestras necesidades, intereses y desafíos en forma integrada con el trabajo que realizamos. En consecuencia, en los lugares en los que se ha aplicado esta técnica se ha demostrado una mayor presencia de las personas en sus tareas, se han abierto las puertas para el agregado de valor y la construcción de sentido.
La idea es que aún cuando tengamos trabajos en relación de dependencia, rediseñar nuestras labores en forma tal que nos resulten más satisfactorias nos genera mayor compromiso y, sobre todo, sentido.-
Alejandro Melamed y Fabián Jalife
El jobcrafting implica que comprendamos y revisemos sistémicamente nuestras actividades y tareas, teniendo en cuenta nuestras zonas de límite y nuestras zonas de alcance, atendiendo a nuestras vulnerabilidades y fortalezas, y plantearnos un norte: mejora continua (bueno vale, no sé si tan continua, cada tanto la pausa es sana y justamente es que en esas pausas solemos hacer los reajustes…)
Ahora te voy a compartir algunas de las diferentes maneras que existen para ponernos disponibles a reconstruir el trabajo, de los más “superficial” a lo más “profundo”:
Enfocado en las tareas:
Haz un inventario de todas (si, todas) las tareas que implica el trabajo que haces, ordénalas en forma secuenciada (si una condiciona a otra, si están vinculadas, de qué modo lo están) y cuáles suelen ser prioritarias y cuáles no tanto.
Pregúntate: ¿Qué puedes simplificar? ¿Qué puedes mejorar? ¿Cómo las puedes ordenar (área, prioridad, importancia) y secuenciar para no agobiarte? ¿Puedes establecer pausas durante el día? En caso afirmativo, ¿en qué momento?
Enfocado en las relaciones:
Trata de describir lo más que puedas… ¿En qué contexto desarrollas tu trabajo? ¿Qué relaciones se entretejen y forman parte del contexto laboral? ¿Cuál es tu rol y tu función? (Define y describe si tienes más de uno) ¿Qué procesos e intercambios se dan entre las diferentes relaciones? ¿Hay patrones de relación qué se repiten?
Con ese mapa, focaliza dónde hay malestar, incomodidad o quejas propias o de otros, donde hay comodidad, estabilidad y dónde hay una necesidad de actualización reconocida como desafío.
Enfocado en el sentido:
Este enfoque nos invita a salirnos del piloto automático y de la rutina. No eres un ROBOT.
¿Para qué haces lo que haces? ¿Qué te moviliza, cuál es tu motor para levantarte y hacer lo que haces? ¿Cuál es el propósito de las tareas y actividades que haces en tu trabajo? ¿Qué novedades hay en el área en que te desempeñas? ¿Qué lugar ocupa tu trabajo en tu proyecto de vida (si lo hay)?
Haz que tenga sentido, estudia, proponte desafíos, chequea tus procesos, autoevalúate, mejora. Anda de a un paso a la vez, un día a la vez.