¿Qué es el humano?

 

El humano es una de las particularidades del despliegue de la vida planetaria en Tierra.

 

Su desarrollo es el fruto de la sinergia trascendente entre los diferentes reinos: mineral, vegetal y animal.

 

Trascender aquí no es negar, sino integrar. Trascendencia es integración, acople de estructuras para la generación de organismos más complejos.

 

El humano es un compuesto mineral, desde que cada uno de sus átomos está conformado por los elementos que hacen a la existencia de cualquier plataforma concreta.

 

El humano es un compuesto vegetal, su sangre es como la sangre de las plantas. Clorofila y hemoglobina (sangre humana) se estructuran de la misma manera, en un anillo tetrapirrol, cuyo centro sólo se diferencia por estar integrado, en el caso de las plantas, por un átomo de Magnesio (Mg, n° atómico 12) y, en el caso de los humanos, por un átomo de Hierro (Fe, n° atómico 26).

 

El humano es animal, forma parte de este reino y se distancia de él. Explora sus fronteras y genera una estructura didácticamente “separada” del resto y que conocemos como civilización.

 

La actualmente denunciada “crisis civilizatoria” no es más que el despertador a la conciencia de que dicha separación es didáctica. Separamos para tomar conciencia de aquello que nos une.

 

El humano es un circuito integrado del reino mineral, vegetal y animal. Matriz vincular que comienza a acoplarse a sistemas más amplios: solar y galáctico.

 

El humano es conector de la estrella del sistema, es el carburador que enciende la neurología para la expansión de las fronteras (carburante).

 

El humano es absorbente de la información lumínica de sus realidades y contextos. Allí está su fotosíntesis: en la absorción del material pesado de sus vidas cotidianas, llámese conflictos, problemas, errores, etc.

 

Así como las plantas requieren de su clorofila para realizar la fotosíntesis y generar su propio alimento, transformando materia lumínica inorgánica en materia orgánica. Los humanos requieren de su hemoglobina para realizar el procesamiento de sus disrupciones y traumas en conciencia, lo cual, retroalimenta la estructura de todos los sistemas integrados de la Tierra.

 

El humano es conector solar integrado.

 

SVL.

 

Pd: Agradecimiento especial a Susana Beatriz López, por sus aportes en el campo del reino vegetal y la fotosíntesis.  

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